30 años fabricante de rodillos para ventanas, que ofrece una solución integrada desde el diseño hasta el producto terminado.
Las primeras "manillas" eran mecanismos fundamentales para abrir y asegurar las entradas.
Mecanismos primitivos: Las primeras formas eran simples pestillos, cerrojos y barras hechas de madera o piedra, que requerían manipulación manual directa.
Materiales: Madera, piedra y, posteriormente, bronce fundido y hierro.
Características principales:
Función pura: Su propósito principal era asegurar y abrir puertas o contraventanas.
Integración con cerraduras: La manija a menudo formaba parte del mecanismo de cierre. Las primeras llaves eran herramientas para manipular complejos cerrojos internos.
Simbolismo del poder: En estructuras importantes como palacios y templos, surgió el llamador de puerta . Elaborado en bronce o hierro con forma de temibles cabezas de animales o rostros de dioses, servía tanto como herramienta como símbolo de estatus y protección.
Con los avances en la metalurgia, particularmente en la forja y la fundición, los mangos se convirtieron en lienzos para la expresión artística.
Materiales: Hierro forjado, latón y bronce.
Características principales:
Adornos decorativos: Las asas presentaban intrincados motivos de volutas, motivos florales y símbolos religiosos, que demostraban la habilidad de los herreros y metalúrgicos.
Aparición de la manilla de palanca: Si bien los llamadores seguían siendo comunes, la manilla de palanca, más ergonómica, comenzó a aparecer en castillos y casas señoriales, permitiendo abrir las puertas empujando con el codo.
Armonía arquitectónica: Los diseños de las manijas reflejaban estilos arquitectónicos predominantes como el gótico y el barroco, convirtiéndose en parte integral del carácter del edificio.
La Revolución Industrial supuso un punto de inflexión, democratizando el diseño a través de la maquinaria.
Materiales y técnicas: La llegada de la fundición a presión, el estampado y la galvanoplastia permitió la producción económica de manijas a partir de materiales como el acero y la aleación de zinc. Los pomos de vidrio y cerámica también se popularizaron.
Innovaciones clave:
La cerradura de embutir: Este complejo sistema de cerradura, alojado dentro de la puerta, se estandarizó y se integró perfectamente tanto con manillas de palanca como de pomo.
Piezas intercambiables: Los procesos de fabricación aseguraron que las manijas y los componentes de las cerraduras estuvieran estandarizados, simplificando la instalación y la reparación.
Características principales:
Accesibilidad: Las manijas ornamentadas, que antes eran un lujo para la élite, se volvieron asequibles para la creciente clase media.
Especialización: Surgieron diseños distintos para puertas interiores, puertas exteriores, armarios y ventanas.
Influenciado por la Bauhaus y el Estilo Internacional, el diseño de las asas se redujo a su forma más pura.
Materiales: El acero inoxidable, el aluminio, el cromo y los plásticos de ingeniería se convirtieron en los materiales predominantes. Acabados como el níquel cepillado y el cromo satinado ofrecían una estética elegante y minimalista.
Filosofía de diseño:
Minimalismo: Se rechazó la ornamentación en favor de formas geométricas limpias: líneas rectas, cilindros y cubos.
Ergonomía: Los diseñadores estudiaron la interacción entre la mano y el mango, priorizando la comodidad y el manejo intuitivo.
Diseños clave:
La manilla de palanca se convirtió en un icono del diseño moderno debido a su facilidad de uso (accesible para quienes tienen las manos ocupadas) y sus líneas limpias.
El Knob siguió siendo popular, sobre todo en Norteamérica, aunque su movimiento de giro resultaba menos práctico para algunos.
Hoy en día, la evolución de las manillas de las puertas se define por la tecnología inteligente, la innovación en materiales y el diseño centrado en el ser humano.
Materiales y acabados: Se utilizan materiales novedosos como la fibra de carbono, el titanio y combinaciones impecables de madera y metal. Una amplia gama de colores y revestimientos texturizados (por ejemplo, pintura en polvo de tacto suave) permite una personalización completa.
Diseño universal y accesible: La manilla de palanca es ahora un estándar por su facilidad de uso para personas de todas las edades y capacidades, en consonancia con los principios del diseño universal.
Minimalismo y discreción: Las manijas empotradas y los mecanismos de apertura a presión para gabinetes y puertas crean superficies lisas y sin juntas.
Salud y seguridad: Los recubrimientos antibacterianos y los diseños redondeados con bordes suaves son cada vez más comunes, lo que refleja un enfoque en el bienestar y la seguridad.
La evolución de la manija de la puerta es un microcosmos del progreso humano. Ha recorrido un camino desde ser una herramienta básica de supervivencia , pasando por un periodo de decoración artística , hasta la era de la democratización industrial , seguida de una fase de diseño racional centrado en el ser humano , y ahora ha llegado a una era de conexión inteligente y personalizada . Ya no es solo una herramienta.